miércoles, 27 de agosto de 2008

CRÓNICA IRONMAN AUSTRIA 08 (Iñaki Madariaga)

Hola a todos, a continuación os cuelgo la crónica del IM de Austria de mi otro hermano, Iñaki, debutante en la distancia.

ANTECEDENTES:

Mi experiencia con el triatlón es reciente, pero no es un deporte extraño ya que mis 2 hermanos Ibon y Joseba lo practican y desde pequeño he seguido a mis hermanos, incluso me acuerdo aquellos años en que el triatlón no tenia federación, se corría con chichonera y siempre ganaban Iñaki arenal y Paco Godoy.

Hace un par de veranos, con eso de que están de moda los triatlones sprint, hice un par de ellos (Lekeitio y Gorliz), para ello me dejaron mis hermanos un neopreno y la indumentaria completa y, como no tenía bicicleta, se la compre al banco en el que yo trabajaba, adquirido por un embargo a una tienda de bicicletas. Por 120 € ya tenia bicicleta, y todo lo demás prestado de mis 2 hermanos. La experiencia fue muy divertida.

VIAJE DE SUPORTER.

En Julio del 2.006 me plantea mi hermano Ibon ir con el al IRONMAN de Austria, a echarle una mano. No me lo pensé y allí fuimos, el a competir y yo de suporter a beber cerveza.
Para el espectador es una gozada de sitio, el lago turquesa es impresionante, la ciudad es pequeñita pero muy cómoda. El ambiente es buenísimo, la natación la ves a 2 metros de la orilla ya que los últimos 800 metros son en un canal, el tramo de bici tiene un par de repechos al que los autobuses urbanos te llevan desde la ciudad cada 5 minutos, y para la carrera a pie es una pasada ya que pasan 4 veces por el mismo sitio.
La experiencia una pasada con lo que decido repetir el siguiente año, o sea el IRONMAN de AUSTRIA 2.007 pero esta vez participan mis 2 hermanos y fui con pase de prensa gracias a la revista FINISHER. Con el pase de prensa puedes entrar a todas partes con lo que te puedes imaginar la pasada que es estar como un atleta pero sin serlo. Ese mismo año decido apuntarme, no se si fue producto de las múltiples cervezas que bebí en Austria o qué, pero el caso es que me decido.
Mi último deporte federado fue el Rugby que poco tiene que ver con el triatlón, pero como fue un calentón, no me lo pensé mucho.

EL DIA D-LA HORA H.

El viaje a Klagenfurt lo hago vía Londres con Ryanair, llegamos a la magnifica pensión Doberning, un lugar súper tranquilo, bonito y a buen precio.
Llega el día, a la 4 de la mañana despertar, desayunar y a las 6 estamos en boxes. Alucino con el nivel de bicis, pero yo voy de puta madre con mi “hierro”, un autentico cuadro de acero, en total 15 kilos de bici.
Llegan las 7 menos cuarto, el acojono es total, no me juego nada, me da igual el tiempo, no soy profesional, no me dedico a esto, pero aun que me haga estas preguntas no se me pasa el acojono.

En parte es comprensible ya que mi única experiencia en el triatlón es Zarauz 2.008 (exceptuando 2 sprint de hace 2 años), este es mi segundo triatlón y encima un IM. No tengo sensaciones ni experiencia, solo mucha teoría, grandes consejos de mis hermanos, y como no muchas horas de entrenamiento.
Es normal estar nervioso, pero algunos parece que van al desembarco de Normandía, ¡que fantasmas hay en este mundillo!!!!
Nos metemos en el agua nos despedimos mi hermano y yo, y suena el cañonazo. Me como algunas hostias, pero para haber 2.800 participantes, bastante bien. Poco a poco cojo el ritmo me encuentro bien, disfruto pensando en todo el esfuerzo y sacrificios de un año, paso la primera bolla, paso la segunda, se me hace corto, enfilo hacia el canal, con el amanecer no veo, pero tengo gente a izquierda y a derecha con lo que no voy mal, intento seguir la estela, llegamos al canal. Está lleno de gente, y eso te da mucha moral, solo faltan 800 metros. Veo el final, me ayudan a subir y oigo a toda una multitud animando ¡que subidón! Miro el crono 1 hora 12, me anima ver que salgo según lo esperado.
En boxes sin problemas, y a dar pedales. Los consejos son que no me cebe en la bici, comer y beber en todo momento, Sigo a rajatabla los consejos, ya me habían advertido que me pasaría todo díos, pero que estuviese tranquilo, así fue, si no te aconsejan te dejas ir por la gente y luego te cebas. Yo a lo mío, a disfrutar y no preocuparme de los demás. Paso la primera vuelta de 90 y veo que voy de puta madre, sigo así, ya que mi objetivo es acabar. Sobre el km 120 empieza a jarrear, en el km 140 empiezo a notar que no voy tan cómodo, que me flaquean las fuerzas a pesar de comer y beber a saco. Alucino como algunos con unos pedazo de bicicletones con todos los artilugios de contrarreloj, se paran a mear, ¡coño mea en la bici o meate encima que todo lo que restas con la aerodinámica lo pierdes si te paras a mear .
Estoy empapado y tiritando ya que hay un descenso importante, si sigue lloviendo no acabo, pero parece que amaina y los últimos 5 km me recupero algo. Llego a boxes con unas ganas de bajarme de la bici increíbles, 6 horas veinte ¡bien!, me pongo ropa seca y veo que se abren claros en el cielo, ¡de puta madre! Para de llover y me toca mi mejor deporte, carrera a píe, empiezo con mucha moral, aunque sea arrastrándome pero esto esta acabado, Ibon me decía que si llegaba de la bici vivo seguro que acababa. Me encuentro bien, me pasa mi hermano Joseba en el km 3 a toda hostia, y animándome, va de cojones ¡que cabrón!
Los km van pasando, y las fuerzas acabando, en el 15 empiezo a sufrir un poco, en el 18 me cuesta y en el 20 voy jodido. Desde el 20 empieza el infierno, me concentro en llegar al avituallamiento que es cada 2 km, al llegar bebo coca-cola que me entra de cojones y me da mucha chispa, pero esa chispa dura poco y otra vez a pensar en llegar al siguiente avituallamiento. Me había planteado como reto personal no andar, pero en el km 30 tengo las articulaciones destrozadas, y camino durante 300 metros y decido cambiar de técnica al correr para no cargar las rodillas, funciona y psicológicamente empiezo a animarme ya que se pasa por el centro de la ciudad y aquello esta repleto, me pasa lo mismo que a mi hermano con lo de la campana, pienso ¡para que coño saltaran estos subnormales, tengo yo las rodillas como para dar saltitos! No tenia ni idea de lo de la donación de 1 euro por cada campanada.
He pasado a muchísima gente corriendo, todos los que me pasaron en la bici enchufadísimos, pagan ahora las consecuencias, ¡que sabios consejos me han dado!
Oigo la megafonía, faltan 2 km, empiezo a pensar en todo el sacrificio de un año, las horas de entrenamiento, todo un año esperando esta momento , lo voy a conseguir, veo el tramo final la gente anima muchísimo, veo el tiempo 12 horas diez, ¡subidón!!!!, mi objetivo era terminar pero todos tenemos un espíritu competitivo que te pide algo mas.
Paso la meta y la alegría es total SOY UN FINISHER, jugador de Rugby que nunca había nadado más de 800 metros en la piscina, nunca había recorrido mas de 25 km en bicicleta, solo tenia la experiencia de haber corrido en Zarauz y corría con una bicicleta de acero con la que casi no me dejan participar los jueces, un neopreno prestado y en un duro año de entrenamiento lo consigo, FINISHER.

miércoles, 13 de agosto de 2008

CRÓNICA IM AUSTRIA 08







Os incluyo la crónica de mi hermano Joseba sobre el IM de Austria.
El año pasado visto lo idóneo del entorno de Klagenfurt para venir con niños, decidí inscribirme para el 2008 con la idea de venir con la familia. Este año íbamos a matar 2 pájaros de 1 tiro, IM + turismo. La idea era ir hasta Venecia en avión, alquilar un coche, subir un par de días a Eslovenia (Ljubljana) que queda a 1 hora de Klagenfurt, 5 días en Klagenfurt y rematar con otros 3 de turismo en Venecia.

No os voy a dar la brasa con datos que no sean de la propia carrera que es lo que nos interesa, pero os recomiendo este IM con este “paquete turístico”, porque queda todo bastante a mano y son destinos muy bonitos. Ljubljana es pequeño, pero muy bonito, y de Venecia que vamos a decir.

El día 10 llegamos a Klagenfurt, dejamos las maletas en la mítica Pension Dobernig (gran Guillermo Lladó que le dio la info a Ibon) y a relajarnos esperando a Iñaki & company que venían vía Londres. Al llegar a Klagenfurt ya empiezas a respirar IM con carteles anunciadores, y gente andando en bici. A la noche, a las 8, habíamos quedado con la gente de SBR que nos traía las bicis. Que servicio más cojonudo. Por 110 pavos te llevaban y traían la bici desde Barcelona a Klagenfurt, y tú te olvidas, cosa que en un IM es impagable. Se retrasaron un poco porque les debieron de parar 1000 veces los maderos de Italia, Austria etc. Era alucinante ver las burras que venían en el camión, Que pasada!!!, bueno, todas menos el hierraco de Iñaki, que parecía la de un repartidor de periodicos. La mía es muy normalita, pero si la ves, sabes que es una bici de triatlón, pero la de Iñaki no sabes si es la de Chanquete o la de Pancho.

El día 11 bajamos al IM City a recoger todo el pack, y a echar un vistazo a la expo. Nada nuevo, pero fui con la idea de comprar el SALT Stick y las pirulas de sal (el diablo sabe más por viejo que por diablo y si Oliver le ha dicho a Ibon, y este me lo ha dicho a mi….amen!).

El sábado organizar un poco las bolsas, meter lo necesario en cada una y a hacer el check-in. En teoría cada uno entra a dejar las cosas a una hora determinada según su dorsal. Le acompañe a Iñaki a la entrada, y una jueza me dice que si quiero puedo dejar la mía. Perfecto, así me olvido el resto del día. Iñaki había entrado antes que yo, y dentro me comentó que cuando le revisaron la bici, le dijeron que no frenaba bien y que no podía entrar. El tío con todos sus huevos le dice que no, que frena de puta madre, y que él va para dentro. Tras un par de forcejeos, y viendo que la cara de Iñaki decía “después de llegar hasta aquí por mis cojones que entro” le dejó pasar con un claro gesto de “tu mismo”.

Una birra y a la playa del lago a bañarme con el enano. Poco a poco me estaba entrando el canguelo. El objetivo es y deber ser acabar y disfrutar, pero en nuestro foro interno siempre nos montamos peliculillas. La mía era bajar del 9:58 del año anterior, me daba igual si en 1 minuto o en 10, pero creo que podía hacerlo. Como le leí una vez a Ximo, mi objetivo real era 9:55, el optimista 9:50 y el irreal 9:45. Sabes lo que has entrenado, la experiencia que tienes, pero es un día entero y aunque lleves la mayoría de variables controladas, siempre se puede escapar alguna, por eso no hay que perder la perspectiva. El IM es más sencillo que lo que algunos piensan, pero no hay que perderle el respeto y la esencia de lo que es, porque de lo contrario, el hostión está garantizado.

Ante las dudas, no hay nada mejor que reforzar la moral. Para eso recibí las dosis de moral necesarias. Maite me repetía que disfrutase, que no tenía que demostrar nada, recibí un SMS del gran Mikel Monasterio “Atun”, de mi compañero de curro Oier (incondicional seguidor) y de Jose “Maki”, y para rematar, la llamada del maestro Yoda…mi hermano Ibon, recién ingresado en la categoría de VM1, y con 7 IMs en sus espaldas. Sabias palabras.

El día D, me levanto a las 4 y la primera conclusión, el año pasado tenía resaca, porque me levanté de puta pena, y este año (con Iñaki de Atleta, y no de supporter) la ingesta de birras había sido sensiblemente inferior. Desayunar lo que se puede, coger las últimas cosas y a la salida. Aparcamos en la universidad, hacemos los últimos retoques (Botellines de correr con Red Bull, inflado de ruedas etc), ponernos el neopreno y hacia la playa. Como siempre, los momentos previos a la salida son emocionantes, pero algunos no sabes si van a nadar o al desembarco de Normandía. Una fotito, nos despedimos y deseamos suerte, el cura que bendice la prueba y nos metemos en el agua. Este año sí oigo el cañonazo, y arranca “el día más largo”. Me como más hostias que el año pasado, y eso que arrancamos de la playa de la izquierda dónde hay mucha menos gente. Tiqui taca, Tiqui taca, nos vamos acercando a la boya, que desde la orilla se veía como en Apatamonasterio. Siento la tobillera del chip un poco floja, me emparanoio pensando que se me cae, así que nado de espalda y me toco el tobillo para ver que todo está ok. En las boyas da igual que sea el IM de Austria o el tri de Bermeo, siempre hay galletas, y enfilamos hacía el canal. Hay un retrasao que me está venga a tocar los pies, y me está agobiando un huevo, hago un batido de piernas para ver si lo suelto y llegamos al canal. Ahí son 800 metros que se hacen amenos porque estás rodeado de gente. Llego al final, me cogen los voluntarios y me sacan del agua de un tirón. Me fijo en el reloj de la salida 1:00:12, pefecto, 1 minutito menos que el año pasado. Corro a coger mi bolsa, que como buen McGiver tengo con un lazito rojo para identificar rápido, me meto en la carpa, y transición lo más rápida posible (que no quiere decir que lo sea). Me quito el neopreno, casco, zapatos, dorsal y a correr a por la bici. Nada más salir comienza a lloviznar, suave, pero continuo. Como siempre me empieza a pasar todo Dios. Si no fuera porque vienes con las ideas claras, crees que solo falta por adelantarte Tedy o Julentxu. Voy bien de pulso y entre 35-40 km/h constantemente, que es la media objetivo.

Es curioso, lo pijos que somos los triatletas. Me adelantó un italiano (por lo menos el nombre era Francesco) que llevaba una Cervelo P3, un casco LAS aero, bidon delantero aerodinámico y……… una riñonera gigante en un costado!!! Sí, sí cuando digo riñonera, me refiero a eso, la típica riñonera de barraquero con sus 3 bolsillos y sus cremalleras. Habrá hecho las pruebas en el túnel de viento del Parque Etxebarria en plena Aste Nagusia.

Por el km 60, noto las patas pesadas, como si llevase 130 km y no me gusta. El ritmo es cómodo, voy “fácil” pero no me mola la sensación de patas. Llego a la primera vuelta (km 90) sobre las 2h 30’ lo que implicaría irme a las 5h de bici, pero no llevo buenas sensaciones y empiezo a dudar si no me estoy cebando. En la segunda vuelta ya no llueve. Sobre el km 110 Me cruzo con Marino Vanhoenacker que va por el 150 y va como un tiro con bastante diferencia. Voy controlando a todos los que me cruzo por si veo a Iñaki. En la cuesta del DJ (la organización pone a un DJ que ameniza la subida, aunque este año las canciones que me tocaron no me motivaron mucho), las patas empiezan a doler, y la espalda no te cuento, así que espero al km 160 para tomar un ibuprofeno. Como decía Luis Enrique, el IM es apasionante porque además de un reto por el que entrenas mucho etc, hay mil aspectos a cuidar, con sus estrategias, y uno fundamental es la alimentación. Yo decidí beber constantemente ISO en el botellín aero del manillar (gran invento), cada hora un Power gel + pastilla de sal, y en cada avituallamiento (20 km) medio plátano. Los ultimos 10-15 km que son para ir acoplado a 40, se me contraían los sartorios de cada pierna (el típico músculo que va por la cara interna del cuadriceps) por lo que tenía que ir todo el rato de pie. Llego a la transición, saludo a mis supporters y veo el tiempo 5:14, ok, seguimos bajando tiempos. Si hago una maratón en 3:30 bajo del tiempo unos 5-10 minutos, perfecto. Me cambio relativamente rápido. Calcetines, gorra, cinturón con botellines, crema de frío en las patas y a correr. Salgo a un ritmo cómodo, sin pasar las 160 pulsaciones, que se que significa más o menos 4:30 el km. El primero pasamos en 4:16, ok. Me doy cuenta que me falta uno de los 4 botellines del cinturón. Que Putada, porque tenía intención de ir bebiendo medio de Red bull cada 5 km, y rellenarlo con Coca/ISO en los avituallamientos. Empieza a llover a saco. Una tromba de cojones, lo que hace que corra muy fresco y cómodo, aunque las ampollas salen enseguida. En el camino veo a Alex Santamaría, Alvaro Velázquez, y también a Guillermo Lladó a quien saludo. Veo que el ritmo es majo, sobre 4:30 y los km van cayendo. A pata también llevo estrategia de alimentación, lo que comentaba de bebida + power Gel cada 10km y pastilla de sal. Con la tromba de agua que ha caído se me ha mojado el bolsillo del cinturón dónde llevo las pastillas de sal, con lo que están todo desechas. Meto el dedo, lo impregno de sal, y a la boca. Parezco Sony Crocket probando la pureza de la Coca del narco. La sensación es bastante desagradable, porque es como chupar el salero, encima corriendo, pero todo sea por evitar los calambres. Paso por la media maratón y voy bien, cogiendo una renta a mi favor de medio minuto en cada km, lo queme vendrá de puta madre para el final. En el km 26, veo por detrás la figura de Jonah Lomu, o sea Iñaki, nos animamos le doy una palmada y sigo con mi ritmo. Nada más pasarle a Iñaki el tony que viene al lado mío casi me tira al suelo al chocar su pie con el mío. Como ve que le he animado a Iñaki, resulta que el tío es de Alicante, y me empieza a dar una brasa de puta madre, que de dónde soy, que si el tiene familia en Vitoria bla bla bla. Le respondo lo justo porque no tengo ni putas ganas de hablar, voy concentrado en lo mío y seguimos. Pero el chapa sigue diciendo cosas, “a este ritmo vamos a nosecuanto”, joder tío dale la caca a tu….que me importan 3 cojones si Raúl tenía que ir a la Selección o si China no respeta a los Tibetanos. Hacía el km 33, casi me tira otra vez, y ya estoy hasta los huevos de él. Llegando a Klagenfurt (km 37) las patas ya son de corcho y el ritmo ha decaído a 4:50-4:55. Voy justito de fuerzas, y aunque había quedado con Maite que entraba con Aitor en hombros, creo que voy a pasar porque cualquier esfuerzo extra me mata. Al entrar en el casco de Klagenfurt, pasamos por una zona con pantalla gigante, mogollón de gente viendo, y una campana como a 2 metros de altura en la mitad del recorrido. Al verla pienso, quien es el gilipollas que pone ahí esa chorrada para que la toques indicando que es tu última vuelta, para tocar la campana estoy yo. Pues luego me enteré que por cada campanazo, se destinaba 1€ a una fundación benéfica. Creo que recaudaron 3500 euros, mira que soy Tony!!!
Ya solo quedan 3 km, y mantengo el ritmo de 5 el mil, no voy tan más como hace un par de km, y al pasar por la zona de boxes (a falta de km y medio) paso por debajo de uno de los relojes de la organización 9:33, me cago en su puta madre!!!!!! Que tiempazo, venga a muerte hasta meta, a subir el ritmo, ostras, creo que no, que no estamos para muchas fiestas así que así hasta meta. A falta de 200 metros está Maite con Aitor, que se ha pintado la cara en el stand de la expo. Le cojo en hombros, y entramos en el pasillo de meta. Creía que se iba a acojonar, porque hay mucho ruido, mucha gente aplaudiendo y gritando, pero le veía en la sombra que el tío iba con los brazos levantados disfrutando de su momento. 9:40, gran tiempo. Maite me espera, tras la meta, nos abrazamos, y aunque he acabado muy entero, voy a la carpa de los médicos a que me den suero. Como creo que no te lo dan si no es estrictamente necesario, hago un poco de teatro, pinchazo y como nuevo. Salgo de la carpa y vamos a esperar y animar a Iñaki. Me llama mi hermano Ibon, que sabía todos los tiempos detallados que había hecho. Incluso él es el que nos dice por que punto del recorrido anda Iñaki. Llega bastante entero en 12:10. Objetivos cumplidos con creces. El año que viene Roth nos espera, y ya tenemos ideas para las posibles mejoras, pero es, será otra historia.